¿PORQUE ME CUESTA TANTO BAJAR DE PESO?

Esta pregunta, hecha hasta la saciedad en consultas de nutrición, o incluso nos la hacemos de forma interna frecuentemente a lo largo de nuestra vida cuando hemos querido “quitarnos esos kilos de encima difíciles”, no es fácil de responder.

Vaya por delante, que defiendo un enfoque no centrado en el peso, si no existen patologías o necesidades funcionales, que así lo requieran. Pero es un objetivo perfectamente válido para cualquiera que lo desee y muchas veces difícil de conseguir ya que influyen múltiples factores.

Principales factores no dietéticos que influyen en el estancamiento del peso

  • Actividad física

Muchas veces, la actividad física que realizamos no es suficiente o no es el tipo adecuado para generar ese gasto calórico añadido a la estrategia dietética.

Aumentar (o empezar si aún no lo haces) el ejercicio de fuerza para ganar masa muscular es altamente recomendado en estos casos, ya que ganar masa muscular hará que nuestro metabolismo basal aumente también y por consiguiente el gasto energético en reposo.

  • Sueño

Si no estamos descansando bien, esto afectará también a nuestras hormonas de la saciedad, puede disminuir el gasto energético y aumentar la acumulación de grasa.

Es esencial tener una buena higiene del sueño, y estas son cosas básicas a tener en cuenta: Exponerse diariamente a la luz solar para regular nuestros ritmos circadianos, disminuir la temperatura e iluminación de la habitación al acostarnos y, reducir la luz blanca de las pantallas al menos 30 minutos antes de acostarnos.

  • Estrés

Es un factor que afecta enormemente a la perdida de peso. Cuando nuestros niveles de cortisol están elevados de manera crónica o constante, se tiende a almacenar mas grasa visceral en torno al abdomen, sobre todo. El cuerpo sabe que, ante una amenaza o peligro, debe almacenar energía en forma de grasa o glucosa, por si acaso la va a necesitar más adelante.

Además, cuando estamos estresados, suele haber cambios en el comportamiento alimentario, se tiende a comer más y seleccionar peores alimentos (mas palatables ricos en grasa y azúcar para favorecer el sistema de almacenamiento de energía).

Para tener controlado el estrés, podemos probar técnicas de yoga, pilates o meditación que nos ayuden a tener esos tiempos de calma y tranquilidad que tanto necesitamos. Cuando la causa es más crónica o requiere un abordaje mas especifico, no debemos dudar en consultar con un profesional de la Psicología.

Si todo esto se está haciendo bien y no consideramos que estos factores pueden estar afectando a esa perdida de peso, puedes probar conmigo otras estrategias dietéticas o patrones alimentarios para activar nuestro metabolismo y lograr esa pérdida de peso.

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