¿Qué es en realidad la educación alimentaria o nutricional?
La educación alimentaria tiene como objetivo mejorar los hábitos y elecciones de alimentos, a través de estrategias de educación y actividades que nos ayudan a adquirir conocimientos nuevos en materia de nutrición, salud y bienestar. El principal factor de la educación alimentaria es que se consigue que estos cambios sean sostenibles y duraderos en el tiempo.
¿A quién va dirigida la educación alimentaria?
En realidad, toda la sociedad es apta para participar en un programa o proceso de educación alimentaria, desde los mas peques hasta personas adultas que quieren mejorar sus hábitos y conocimientos en cuanto a alimentación saludable. Por supuesto, el programa debe adaptarse a la edad del interesado.
Educación nutricional vs. Dieta
Cuando hablamos de educación nutricional frente a dieta cerrada o estricta, vemos las diferencias y beneficios principales:
- La educación alimentaria está pensada para que el paciente sea capaz de adquirir los conocimientos necesarios sobre alimentación y ponerlos en practica para el resto de su vida. En las dietas, normalmente existe un tiempo limitado (principio y fin de la dieta), donde se sigue la dieta y luego ya, normalmente cuando se alcanza el peso deseado, se vuelve a los hábitos anteriores.
- En la educación alimentaria se persigue el hecho de que sea el propio paciente el que acabe siendo capaz de tomar sus propias decisiones para elaborar sus platos de forma saludable y sabrosa, acorde a sus gustos. En las dietas que se elaboran por profesionales de la nutrición, el paciente no participa y debe seguir la dieta ajustándose a lo establecido.
- La educación alimentaria no se centra solamente en el objetivo de perder peso, ya que adquirir buenos hábitos alimentarios nos va a permitir mantener una salud integral en el tiempo valorando, por ejemplo, mejores analíticas, más energía y mejores sensaciones, mejor relación con la comida, mejor descanso, etc…
- Los hábitos que se adquieren con la educación nutricional también son perfectamente asumibles por el entorno cercano del paciente, familia y amigos, haciéndoles participes de nuevos conocimientos, nuevos alimentos o nuevas formas de cocinado. Mientras que, en las dietas, el paciente suele ser la única persona que la sigue.
¿Cómo se trabaja en una consulta de educación nutricional?
Una vez se evalúa como son los hábitos nutricionales del paciente, su entorno, actividad diaria, patologías, descanso, etc., así como definir el objetivo que persigue el paciente, se empieza a trabajar con diferentes herramientas de aprendizaje y adquisición de nuevos conocimientos nutricionales, aportando ideas, recetas, desterrando mitos, lista de la compra… Aunque en un principio se pueda comenzar con un ejemplo de pauta alimentaria o menú para facilitar los cambios, nunca será una dieta cerrada, restringida o inflexible ya que esto iría en dirección opuesta al objetivo de la educación nutricional.
¿Cuál es la duración de un proceso de educación alimentaria?
Esto siempre va a depender de varios factores como, el objetivo del paciente, situación de partida, motivación o compromiso, entorno, etc… Como media de duración del proceso,podríamos decir que en torno a 5-6 sesiones son necesarias para adquirir los nuevos hábitos y conocimientos en materia de alimentación saludable.